La decisión de la OPEP, oficializada en la reunión del 29 de noviembre de 2014, de que no reducirá la venta de petróleo para intentar recuperar su precio internacional, a pesar de que el barril ha caído en un 35% aproximado desde junio de este año, es el resultado de los cambios significativos en el mercado de los hidrocarburos, causados por un giro parcial en los negocios de las grandes transnacionales petroleras norteamericanas a nombre de la política de autoabastecimiento energé- tico definida por los Estados Unidos desde hace varias décadas, de conseguir dicho fin. Esta política combinó la promoción de la producción no convencional de hidrocarburos (principalmente la llamada “fracción hidráulica-fracking”), con cambios en el patrón de consumo energético.