Por generaciones las organizaciones siempre han encontrado que la respuesta a los cambios y a la competitividad es la minimizacion de los costos y la maximizacion de los recursos, entre ellos el recurso humano, llamado ahora talento humano. Esto quiere decir que muchas veces se termina explotando a los colaboradores, como la formula mas sencilla, para incrementar la productividad y disminuir los costos. Ahora bien, los tiempos han cambiado, la filosofia de vida de los seres humanos en pleno siglo XXI, ha cambiado. Vivimos tiempos, donde mas alla de tener un empleo, que satisface nuestra necesidades basicas y de seguridad, mencionadas en la teoria de la Piramides de Necesidades de Maslow, necesitamos llegar a alcanzar nuestros suenos personales y profesionales al mismo tiempo, de manera que integremos a nuestra vida diaria, un concepto, que en un principio se consideraba utopico, ser feliz mientras se trabaja. En la actualidad, ya existe un numero de organizaciones que han entendido, que es necesario integrar la faceta humana, de sus colaboradores a la estrategia corporativa con el fin de intentar lograr que el trabajador, experimente el concepto de felicidad, mientras desarrolla su potencial, generando innovacion al interior de la organizacion y garantizando la perdurabilidad, de su compania en un mercado competitivo y global. Se rescata el indice de felicidad nacional bruta (FNB) del modelo del Reino de Butan, seguido por muchos paises alrededor del mundo, a los requerimientos de la organizacion, como un acercamiento a disminuir la escasa literatura de las practicas que se pueden realizar al interior de la organizacion, para hacer a los colaboradores felices, mientras innovan.