No es posible tener una lectura analítica de los grupos indígenas que habitannuestro país, sin tener en cuenta los distintos procesos y relaciones históricas quehan vivido desde el momento en que entraron en contacto con los blancos. Si bientrazar un continuo entre sus ancestros y lo que hoy son es una tarea bastantedispendiosa, llena de saltos y falta de piezas que impiden construir un panoramaintelegible, las sociedades indígenas que subsisten, son el resultado de sucomplejo ejercicio de mediación entre los nuevos contextos socioculturales,económicos y la necesidad de continuar siendo ellas, de reproducirse tantobiológica como socioculturalmente. En otros términos, la necesidad de dar lugar aun proceso de reconstrucción y a nuevos espacios de simbolización que definensus cambios. (Augé,1996 :15)