En un editorial anterior nos ocupamos de los retos del postconflicto, cuando parecía que el texto final podría estar acordado entre marzo y junio. Se debe aclarar que un paraíso sin conflictos no llegaría a Colombia, porque no existe desde la perspectiva científica, en particular con los trabajos de Lewis Coser en los años cincuenta, habida cuenta de que los conflictos son simplemente disputas o antagonismos entre partes que creen tener objetivos incompatibles respecto de algo o de alguien. Para un ser social como la persona humana, los conflictos son inevitables, parte ineludible de la interacción entre seres humanos en entornos sociales.