En el artículo se indaga por cómo la empresa produce cierta subjetividad en elindividuo, desde la tensión suscitada entre marcos institucionales y prácticas sociales en el contexto neoliberal. Destacando el concepto de empresa como constructo social y aparato de poder, que vía función directiva y toma de decisiones, asegura la configuración de cierto orden social, que a la vez reproduce la lógica de capital -incremento de la productividad y capacidad de consumo-. Esto último, con miras a señalar que en la relación empresa-individuo, no solo es posible un acercamiento económico-administrativo, sino también filosófico y social, frente a las diferentes dinámicas de socialización y procesos de individuación, que estructuran la vida de los individuos al interior del espacio laboral.