Si meditamos en los progresos alcanzados en los últimos diez años por la terapéutica hormonal en gineco-obstetricia, habremos de aceptar que han sido muy importantes. La endocrinología en su aplicación a esta rama de la medicina ha seguido una evolución extraordinaria en este siglo, que se ha mantenido vigorosa y fructífera en los últimos años. En concreto, en lo que hace a la aplicación terapéutica de las hormonas y sus similares sintéticos, tanto para la corrección de los trastornos propiamente endocrinos como para el tratamiento de procesos independientes que responden a diversas acciones hormonales, la última década ha sido particularmente fecunda.