En la segunda mitad del siglo XX se ha hablado y escrito mucho sobre la dignidad humana. Cabe esperar que en las proximas decadas no se interrumpa esa saludable costumbre, aunque mas de uno pueda preguntarse: ?por que? No solo por que conviene seguir hablando de la dignidad humana, sino algo mas radical: ?por que podemos decir que el hombre tiene una dignidad? ?No sera solo una locucion que tiene por objeto mantener a los hombres convencidos de su superioridad respecto del resto de los seres?, ?o quiza se trate de una remora proveniente del antiguo pensamiento europeo, que constituye un limite, una traba, para el desenvolvimiento de los sistemas sociales? La cuestion no es ociosa, especialmente en una epoca en la que muchos plantean la necesidad de disolver al sujeto, ya sea en el lenguaje, en las estructuras o en los sistemas. Y, si se piensa bien, desde diversas perspectivas cabe observar al hombre sin distinguirlo de los demas cuerpos. La fisica de Newton funciona igual sea que caigan manzanas o personas desde las alturas. Otra tanto cabe decir de muchas otras ciencias. La cuestion ha sido tratada por muchos autores en los ultimos anos y, paradojicamente, los ha llevado a terrenos metafisicos en los que no se sienten muy comodos.