Este artículo propone un examen de la relación entre pedagogía, literatura, feminismo y emociones. Con este fin, he dividido mi trabajo en tres secciones. Primero, exploro las estrategias para una pedagogía de la literatura comprometida con una crítica feminista. Después explico la productividad de la noción de cuerpo y algunas de las premisas de los Estudios de las Emociones. Por último, me centro en una lectura discursiva y emocional de “Lección de cocina” de Rosario Castellanos que ilumine varios de los puntos teóricos anteriores.