Se examina la posición de M. Heidegger sobre el sentido ontológico de la corporalidad, como respuesta a la interpelación de aquello que se le presenta al Dasein debido a su constitución abierta al mundo. Esto lleva a preguntarse sobre la actuación corporal y técnica sobre el mundo, y sobre los otros, o al problema del cuerpo animal. Se confronta finalmente la perspectiva heideggeriana con la teoría del cuerpo subjetivo o trascendental de M. Henry, donde la apertura ontológica es reemplazada por una fenomenología de la vida aplicada al cuerpo vivo como corporalidad encarnada.