El propósito del siguiente trabajo es el de profundizar en un proceso que, definido como periferialización, explica los cambios espaciales que ha experimentado la violencia derivada del conflicto armado en Colombia entre los años 2002 y 2014. Unos cambios, especialmente focalizados en el nororiente y el suroccidente del país, es decir, sobre escenarios muy alejados de los centros decisorios del país, que presentan menores niveles de desarrollo económico y social, pero con un valor estratégico importante a modo de presencia de cultivos o de mayor activismo guerrillero. De este modo, la geografía política se reivindica como disciplina de análisis, habida cuenta de las posibilidades que ofrece, tanto para la comprensión de las dinámicas de la violencia como de las posibilidades de construcción de paz, sobre todo, habida cuenta del actual proceso de diálogo con las FARC y el ELN