<div class="page" title="Page 2"><div class="layoutArea"><div class="column"><div class="page" title="Page 2"><div class="layoutArea"><div class="column"><p><span>Este artículo propone una interpretación del modo en que la doctrina de Miguel Antonio Caro, en particular sus concepciones de historia, progreso y orden, dieron lugar a un pensamiento sobre la lengua que se configura entre dos tendencias: la antigua y la nueva, la clásica y la moderna. Respecto a esta dinámica oscilante se presenta un análisis de la política de la lengua, implementada por algunos miembros de la Academia Colombiana de la Lengua, teniendo como principal referente teórico el estudio de Michel de Certeau, Dominique Julia y Jacques Revel, acerca de un saber lingüístico definitivo para la comprensión de la lengua nacional y el tratamiento de los </span><span>patois </span><span>—dialectos- vigentes en una nación. El argumento central consiste en que la tensión que resulta del acogimiento de una filosofía tradi-cionalista y la adopción de elementos de un saber científico sobre la lengua, permitió que un grupo específico de académicos pensara una forma particular de avanzar en la civilización y consolidación de un Estado-Nación moderno. </span></p></div></div></div></div></div></div>