Coexistence school in positiveResumen Las prácticas curriculares en el manejo de los conflictos y comportamientos violentos escolares contribuyen indirectamente a la visión de una cultura de paz negativa, pues, estas prácticas solo centran su atención en la violencia directa generada por los estudiantes y no tienen en cuenta la violencia estructural, que puede estar arraigada en las estructuras de desequilibrio de poder institucional, jerárquico y autoritario, que propician estas prácticas.Así mismo, en esta forma de asumir la convivencia, la paz se manifiesta de manera negativa porque los conflictos no se toleran, y en cambio se consideran un problema, algo difícil de manejar o una alteración de la tranquilidad.En consecuencia, la principal vía para el manejo de estos es la autoritaria, sancionatoria o punitiva, lo cual, lejos de terminarlos, incrementa los conflictos y legitima, así, más comportamientos violentos para solucionarlos.Los conflictos debieran constituir una oportunidad para potenciar la convivencia, en vez de considerarse meramente como problemas.