Qué nos queda después de la primera y segunda guerra mundiales? el vacio, la nada y la desesperación, pues cómo hablar del amor, la paz, la bondad y otros principios que durante tantos años sustentaron la modernidad si esta precisamente culmina con el holocausto donde en Europa y Rusia murieron más de 70 millones de personas. Frente a este panorama desolador, la narrativa de José Saramago se presenta como una propuesta de esperanza: sólo el amor y la solidaridad nos salvan del vacío postmoderno: