Este texto trata de identificar las tendencias actuales en el proceso de pacificación social. Para ello, analiza la canalización histórica de la violencia en el dispositivo de estado, su quiebra demostrada por las dos guerras mundiales y la necesidad de alternativas a la violencia expresada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El Estado se interpreta como una entidad derivada del realismo de la tecnología política que se derrumba internamente en forma de totalitarismo. Esta situación sigue la necesidad de redefinir la cuestión de la paz y, desde allí, las nuevas tendencias emergentes para enfrentar el problema de la violencia.