La neurocisticercosis es la primera causa de parasitosis del sistema nervioso central y de epilepsia adquirida en países en vía de desarrollo. Las manifestaciones clínicas de la neurocisticercosis, especialmente la variante racemosa, son pleomórficas e inespecíficas, características que dificultan el diagnóstico y lo convierten en un desafío para el clínico. El objetivo de este informe es describir dos casos de neurocisticercosis racemosa, en los cuales las neuroimágenes guiaron al diagnóstico definitivo. El primer caso se trató de una paciente con cefalea persistente y signos neurológicos focales, requirió múltiples ayudas paraclínicas que llevaron al diagnóstico definitivo de neurocisticercosis racemosa con vasculitis cerebral secundaria, a pesar del tratamiento médico y quirúrgico la paciente falleció después de múltiples complicaciones. El segundo caso se trató de una paciente con antecedente de neurocisticerosis, que consultó por vómito crónico incoercible, requirió múltiples ayudas paraclínicas que llevaron al diagnóstico de vómito de origen central secundario a neurocisticercosis racemosa y atrapamiento del cuarto ventrículo, después del tratamiento médico y quirúrgico la paciente presentó leve mejoría. En estos dos casos se evidencia como la adecuada interpretación de las neuroimágenes es fundamental para llegar al diagnóstico de la neurocisticercosis racemosa.