En los albores del siglo XIX, luego de la invasión de las tropas de Napoleón a Espa- ña se despertó en la península Ibérica un inusitado movimiento de formación de juntas de gobierno. Este mismo fenómeno se presentó en la Nueva Granada, en cada provincia se conformaron juntas encargadas de garantizar la seguridad interior y continuar con la administración, publicando como resultado de sus debates las denominadas “actas de independencia”.