complejidad", una unidad en la diversidad así como una transformación de los territorios en lugares solidarios, no solitarios.En este orden de ideas, como nativo de las Indias Occidentales y a la vez habitante de América, Derek Walcott plantea la posibilidad de una identidad compleja, que discurre en "una ambigüedad sin crisis", a la vez antillana y americana.Por otra parte, en una recuperación no conciliadora del pasado europeo, rescata la imitación como motor de la cultura caribeña, que si bien se gestó a imagen y semejanza del Viejo Mundo, resultó en la creación de un heterocosmos, gracias a la energía creolizadora de la imaginación como respuesta defensiva.Por su parte,