<p>Este trabajo muestra cómo la actualización de la memoria sobre la protesta estudiantil de 1971 sirvió, cuarenta años después, para afianzar la unidad y superar los sectarismos de las movilizaciones por el derecho a la educación en Colombia. En primer lugar, se reconstruyen los rasgos generales de ambos episodios, y luego se examinan las formas en que la memoria alrededor de lo ocurrido en 1971 operó para trazar una ruta al movimiento de 2011. </p>