El escenario productivo en el cual se desempeña la ciencia como razón teórica y la tecnología como razón práctica, se ha desvanecido, para conjugar la tecnociencia como racionalidad teórico-práctica, nueva forma de vivir y de interpretar las relaciones sociales y ambientales.Su consecuente directo, va a ser el origen de nuevos conflictos, al propiciar condiciones nunca antes vistas por la sociedad global, y sobre esta condición emerge, por un lado, las decisiones mediáticas legitimadas desde una nueva inteligencia razonada que amortigua o aclimata las discusiones en cuanto su poder de intervención sobre la vida, que con Potter ha de llamarse bioética.Por otro lado, las decisiones inmediatas legales acaecidas principalmente en la responsabilidad política de los gobernantes, que con sus acciones aseguran o condenan la continuidad de la vida, a lo