El siguiente trabajo describe los ciclos de la política exterior rusa desde la emergencia de la Federación Rusacomo Estado continuador de la Unión Soviética hasta la actualidad. En gran medida, dichos cambios estuvieron asociados a percepciones primero, abierta desconfianza posteriormente, de la dirigencia rusa en relación al tratamiento de Estados Unidos para con ella tras el desenlace de la Guerra Fría. En otros términos, para Rusia, Occidente rentabilizó los dividendos de su victoria tras casi medio siglo de confrontación, con el fin de ralentizar u obstaculizar la emergencia de un nuevo actor preeminente que pudiera representar otro desafío a su primacía (inigualada e inigualable tras el fin del conflicto bipolar). En breve, se trata de un trabajo que, en términos descriptivos y siguiendo el modelo clásico de las relaciones internacionales, aborda la construcción de poder por parte de un actor que, sin duda, desempeñará un papel de escala en el todavía incierto escenario internacional del siglo XXI.