Cuando hablamos aquí de un tipo de racionalidad, referida a la acción racional con respecto a fines en el campo educativo, y más concretamente en el contexto de la escuela, estamos diciendo que se viene imponiendo la creencia de que toda acción tiene unas metas y unas formas de hacerla, es decir, que las diversas posibilidades de pensarla, de racionalizarla, se hacen, como condición sine qua non, en tal dirección. En este tipo de razonamientos centramos nuestra crítica en el presente artículo.