El presente escrito pretende dar cuenta de una problemática social que aún no ha sido asumida como política de Estado; las críticas condiciones en que las mujeres suelen asumir los compromisos económicos de la manutención de sus hijos, especialmente en los casos de inasistencia alimentaria por desempleo del padre o por las pequeñas cuotas que fijan los funcionarios. Ello revela los compromisos pendientes de cumplir por las entidades y la visión reducida de los criterios literales como se suele asumir esta problemática.