Érase una vez es un proyecto que nace como un método para entender aquellas preguntas que tenía en mi cabeza, todo aquello que retumbaba una y otra vez sin poder definirlo. Aquel trauma que nunca tuvo nombre, ni lugar, ni materialidad; ahora es un cuarto de juegos, es un nombre, un principio, un final, un recuerdo. Esta es la forma en la que Érase una vez se convirtió en aquel cuarto que no es más que un engaño, todo aquello que parece ser, pero que no es, una construcción de aquel individuo que asaltó mi imaginación y se quedó justo allí en un rincón de mi memoria. Se Implantó en cada juego, en cada muro, en cada esquina. No fue necesario un acto sexual, pero detrás de un quizas no fue tan grave, un me pasó algo así o era un juego, se rompieron las reglas del juego y una y otra vez el castillo se volvía tan solo tela.