<span>El presente artículo analiza la estructura de la hermenéutica eranosiana de los <span>símbolos, centrado en las reflexiones de Durand y Campbell, quienes retoman las <span>tesis fundamentales de los padres espirituales de Eranos: Jung y Otto. Además <span>cobran especial valor los estudios que Andrés Ortiz-Osés ha dedicado a Eranos. <span>La tesis propuesta es que la hermenéutica eranosiana se basa en el carácter <span>mediador-redundante del símbolo, de modo que es a través de la fuerza repetitiva de los simbolizantes como se precisa el sentido del simbolizado, siempre <span>inagotable, constituyendo una simbólica redundancia coimplicante. Tras una <span>breve reseña de la historia de Eranos, la tesis planteada se desarrolla en cuatro <span>momentos: 1) descripción del carácter trilateral de la experiencia simbólica; 2) <span>descripción de los tipos de signos: el símbolo como un signo lejano; 3) el carácter “infinitamente abierto” del símbolo: la redundancia como apertura; y 4) la <span>hermenéutica eranosiana como <span><em>complexio oppositorum</em><span>.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br /></span></span></span>