<p>Desde los años setenta se encendieron las alarmas frente al fenómeno de desplazamiento acelerado que conllevaba la muerte de muchas lenguas del mundo, especialmente de lenguas minoritarias con reducido número de hablantes, primordialmente orales y ágrafas, altamente susceptibles a las influencias sociales, culturales y económicas que acarrean consigo las lenguas mayoritarias. La situación de las lenguas nativas colombianas no se aleja de esa realidad, y se puede afirmar que todas ellas tienen diferentes grados de amenaza. Por tal motivo, y con particular interés en la lengua nonuya o nononotá, en el presente artículo nos enfocamos en esta lengua endémica colombiana, de la familia lingüística Witoto, clasificada como en riesgo crítico de extinción, para proponer algunas reflexiones en torno a la muerte, el mantenimiento y la revitalización lingüística, en el marco de lo aquí osamos llamar conservación lingüística. Como reflexiones en torno al nonuya, presentamos una breve contextualización sociohistórica, el paisaje lingüístico de Peña Roja (donde viven los descendientes de esta lengua) y algunos aspectos de las iniciativas actuales de lucha por la supervivencia. Finalmente, discutimos la relevancia de este tipo de acercamientos, proponiendo una interacción más fuerte entre ciencias biológicas y lingüística para hacer frente a fenómenos de desplazamiento y muerte lingüística, desde una visión más amplia.</p>