Para tratar la cuestion de la disposicion de la burocracia politica o, como diria Weber (1997), del “cuadro administrativo del Estado”, se debe tener en cuenta que este no es solo administracion y racionalidad para el logro de los objetivos organicos sino que corresponde, tambien, a un cuadro de dominacion politica. Este cuadro administrativo busca legitimarse a si mismo como institucion, asi como al grupo politico que dice “representar” los intereses colectivos o el interes general de forma neutral e “higienica”. Con ello se pretende constituir un orden social a partir del monopolio de la manipulacion legitima de los bienes publicos (Bourdieu, 2005). En tal sentido, es posible comprender la configuracion de la burocracia estatal, en primer lugar, como instrumento central para la toma de decisiones y la maximizacion de la productividad o eficacia en los resultados y, en segundo lugar, como una tecnologia propicia para la creacion de un orden de dominacion politico basado en formas modernas de racionalidad. La burocracia combina administracion y dominacion, por lo que su estudio debe relacionar estas dos dimensiones de analisis. En efecto, como indica Uricoechea (1986: 25): la comprension del sistema nacional de administracion publica seria limitado “[…] si no se tiene en cuenta que el establecimiento de un sistema de dominacion mas que un sistema de eficiencia administrativa fue la motivacion historica eminente del desarrollo del Estado burocratico moderno”.