Este artículo problematiza la construcción social de apelativos que identifican los actores involucrados en el contexto del conflicto armado colombiano, evidenciando un campo de disputa simbólica, política y ética en torno a la clasificación social del Otro, considerado peligroso por la institucionalidad, específicamente, las guerrillas surgidas en los años 1960. Se debaten los cambios en las formas de nombrar y su carga ideológica y política según los distintos contextos históricos. Se analizan tres perspectivas de nombrar: la priorización en la violencia, el énfasis en la guerra y el carácter sociopolítico del conflicto. Se sugiere un abordaje menos reduccionista – el campo de los movimientos sociales, que ayude a comprender la complejidad del fenómeno y la dinámica de las contradicciones en el seno de la vida social.