En Colombia existe un debate abierto sobre cómo las personas sordas deberían crear nuevas palabras (neologismos) en el lengua de señas colombiana (LSC). Las propuestas de la Fundación Árbol de Vida han generado diversas tensiones al interior de la comunidad sorda bogotana asociada a la Federación Nacional de Sordos de Colombia, en particular sobre un elemento que poco ha sido explorado: la adquisición, enseñanza y aprendizaje de la LSC, lo que se ha optado aquíenglobar como ‘formación’. El presente artículo, presenta los avances de dos investigaciones realizadas por el autor que detallan la complejidad de las prácticas sociales de las personas sordas frente las polémicas en torno a la innovación enla lsc y su interrelación con las creencias en torno al ideal de lengua.