Las politicas promovidas por los Estados de Bienestar Social despues de la posguerra, llevaron a una mejoria considerable de las condiciones de vida y de trabajo, contribuyendo al aumento de la expectativa de vida en casi todos los paises del mundo. Se verifico, desde entonces, las tasas de natalidad progresiva, asociadas a fenomenos como la universalizacion de la educacion y la atencion basica a la salud, intensificacion de la participacion femenina en el mercado de trabajo y difusion del planeamiento familiar. El crecimiento del numero y de las proporciones de ancianos – con aumento exponencial de la poblacion con mas de 80 anos – se volvio un hecho irreversible 1,2,3