Este artículo alerta sobre las distintas formas de violencia psicológica y la manipulación que de ella hacen quienes buscan, por esta vía, llevar a sus víctimas a situaciones de estrés, a sufrir daños tanto físicos como sicológicos, aenfermarse y a tomar, en últimas, la decisión de abandonar el trabajo sin indemnización moral ni material. El problema está en que el derecho no tutela la violencia psicológica en una norma pero aún así quedan los principios constitucionales, los del derecho laboral y el orden fijado entre los seres humanos