Este artículo presenta un nuevo marco teórico para analizar relaciones lingüísticas de poder que examina los efectos lingüisticos de lo que Aníbal Quijano ha teorizado como “la colonialidad del poder.” La “colonialidad del lenguaje” refiere a un proceso de racialización de poblaciones colonizadas como agentes comunicativos que comienza con la Conquista de América y continúa hasta hoy. La investigación está centrada en la deshumanización de las poblaciones colonizadas y esclavizadas, y el concomitante desprecio de sus lenguajes y maneras sociales de dar-sentido en tanto que expresiones de su “naturaleza” de “seres inferiores”. Los resultados son una contribución original al debate sobre la relación histórica entre colonialismo, raza, etnicidad, y lenguaje en América. El argumento plantea que existe una conección entre la reducción de las poblaciones colonizadas y racializadas a un status de seres no-humanos, y una ideología lingüística analizada como “monolenguajeo” que oculta la opresión colonial dialógica y discursivamente.