Traduccion del Frances: Alberto Leongomez H.I. Hay siempre un punto de partida para toda cosa humana; tambien existe siempre ese cuestionamiento de los origenes que conduce a la obra de arte, por poco que ella lo quiera, a consentir a esta fragilidad, durante el tiempo de su fabricacion. Cuestionamiento que no deja de ser vano, puesto que se conoce su salida, pero que compromete en un camino, un sendero paciente, obstinado, amante. Las obras de Sophie Lacaze se experimentan en la confrontacion con otras obras, aun las suyas, que uno observa, escucha, interroga, prolonga, estirandose hasta producir la ilusion de que nada puede perderse, extraviarse u olvidarse. Para ello es necesario elegir un objeto (de deseo) y comentarlo, comentar los comentarios que ha suscitado. Entendamos por comentario el hecho de dar una forma singular al aura de una obra, a la emocion que ella nos despierta. Este proceso de visitacion, de rememoracion, implica aquel de una re-escritura. Gesto propio de Sophie Lacaze, puesto que afecta sus obras, que ella no ha dejado de retomar, de las que se desprende y vuelve a retomar, para inventar nuevas versiones. Reescribir es siempre precisar un gesto, discernir una vez mas una intuicion, y es tambien completarla, aplazarla, desviarla, curvarla, traicionarla, sin acabarla jamas: eso seria firmar su sentencia de muerte. Si el compositor se encuentra en una dinamica cuyo torrente lleva objetos visuales, tactiles o sonoros, el escucha se mueve en sentido inverso: hermeneutica de una escucha, de un saber, de un proceso que se reconstruye mediante una puesta en abismode los objetos, que son ordenados de nuevo para volver a encontrar finalmente el objeto primero, original. Podrian ser asi descritas las musicas de Sophie Lacaze. Los Cuatro Elementos es una obra que parece sin embargo escapar a este proceso de una memoria que se hurga. Aqui encontramos cuatro imagenes yuxtapuestas sobre un mismo plano, lado a lado. Intentemos una descripcion…………