Los sistemas de georadar se constituyen en una herramienta geofísica que cada vez tiene mayores aplicaciones dentro de las geociencias. Desde hace algunos años, la glaciología ha hecho uso de dicha técnica para definir contactos hielo-roca en diferentes masas glaciares del mundo. Se relacionan dos ejemplos de su aplicación en Sudamérica en busca de estimar espesores de hielo en volcanes nevados para propósitos de mapas de amenazas volcánicas y estudios de paleoclima. El primer caso hace alusión al levantamiento de 2567 m lineales de perfil sobre cuatro cuencas glaciares del Volcán Nevado del Ruiz (Colombia); estos registros permitieron establecer una definición preliminar de la morfología del estrato rocoso, donde el máximo espesor de glaciar hallado (190 m) se localiza sobre el glaciar Nereidas (5240 msnm). El análisis de dichos perfiles permitió además la identificación de una estructura volcánica desconocida hasta la fecha y que podría ser una caldera de importante tamaño localizada en la zona del glaciar Nereidas en dirección al cráter Arenas. El segundo caso permite registrar las masas glaciales actuales en el marco de los estudios de avance y retroceso glaciar en el Volcán Antizana (Ecuador) en un intento por entender en un futuro cercano la dinámica de El Niño en los últimos 10.000 años.