<p class="p1">Enmarcadas dentro de las políticas de desarrollo para la región, las agendas educativas para América Latina representan compromisos que trascienden la mejoría en los resultados de pruebas específicas y que permean tanto las prácticas pedagógicas como los marcos conceptuales en los que estas cobran significado. El presente texto recoge algunos de los compromisos establecidos por dichas agendas y desarrolla las líneas generales que esperan y requieren la participación de la comunidad filosófica como garante y dinamizadora de la construcción de espacios de reflexión y acción sobre la educación. </p>