El presente artículo pretende aproximarse desde una perspectiva filosófica a un carácter particular del pensar histórico: la genealogía. Se trata de una reflexión acerca del modelo genealógico no sólo como análisis histórico, donde la mirada del historiador es comprendida como acto interpretativo, sino como generador de saber y productor de subjetividad. La genealogía abre la posibilidad de que las ciencias sociales puedan reconocerse como labor histórica para repensar así los modos en que problematizan su presente.