La globalización contable ha permitido identificar nuevos escenarios para debatir los contenidos y avances de la educación, la regulación de la contabilidad financiera, de la contabilidad pública, de lo ético, de la auditoria y de muchas otras categorías propias de la profesión contable. Los negocios e inversiones globales, así como el interés nuevo de los usuarios de la contabilidad, desorientados por las crisis de información y confianza derivado de los fraudes ocurridos en los Estados Unidos de América en énfasis Enrom y Worldcom y la desaparición de Arthur Andersen, han puesto a debatir a la comunidad de los negocios y a la profesión contable sobre la necesidad de disponer de unos estándares únicos que deben aplicar las empresas con el fin de obtener la comparabilidad internacional.