El artículo tiene como objetivo juzgar el impacto de la crisis de 1929 sobre la economía colombiana, no solo en términos del colapso de los indicadores externos, sino, ante todo, en función de los cambios que se experimentaron durante las primeras décadas del siglo XX, mostrando cómo las reducciones de las importaciones de bienes de consumo produjeron, la ampliación del mercado interno, sino también, el crecimiento, la modernización y la diversificación del sector industrial en este siglo.