Fruto del predominio de los modelos griego y judio en el pensamiento Occidental, en perjuicio del oriental, hemos tendido a darle una valencia negativa a la liminaridad; ausencia de Ser, lugar de paso, transicion, degradacion, etc. Este hecho sera trascendental en la generacion de una logica binaria –de discriminacion exclusivaque ha condicionado los discursos con los que occidente ha leido la identidad y su relacion con la alteridad. Este dualismo nos induce a pensar nuestra historicidad –como axioma de la identidad modernacomo distancia, y dominio, o verbalizacion, con respecto a nuestro cuerpo, la naturaleza, o el otro, al tiempo mismo que nos obliga a depender de estos nichos para producir nuestra autonomia. La diferencia como espejo sobre la que reproducir nuestra identidad.