Este trabajo pretende hacer una aproximación a la administración y el funcionamiento de la justicia de primera instancia en el distrito parroquial de Manizales entre 1855 y 1865. A través del análisis de los procesos judiciales por vagancia, juegos y bailes prohibidos, nos proponemos mostrar hasta dónde llegó la capacidad del Estado neogranadino para instaurar un orden en una sociedad periférica, y el papel que jugaron los actores sociales judicializados en el entramado social y jurídico de la época. Nuestra hipótesis es que los individuos judicializados no fueron simples espectadores sino que participaron, alteraron y utilizaron los procesos de normalización de sus prácticas para negociar las penas, acusar a sus enemigos, defenderse de la justicia y huir cuando no había más que hacer.