<p>El presente artículo propone un estudio de las catálisis o detalles de la narración en la tetralogía narrativa de Manuel Rojas, es decir, <em>Hijo de ladrón </em>(1951),<em> Mejor que el vino </em>(1958),<em> Sombras contra el muro </em>(1964) y <em>La oscura vida radiante </em>(1971). El narrador rojiano se vale de los pormenores del relato para desestabilizar las miradas deterministas que vinculan a su protagonista, Aniceto Hevia, con la criminalidad. De este modo, las catálisis constituyen estrategias discursivas que permiten a la narrativa de Rojas desembarazarse de la herencia positivista.</p>