Se estableció una serie de medidas de prevención de la erosión que buscan reducir la pérdida de suelo por efecto de la erosión hídrica y eólica y con ello estabilizar los taludes. La efectividad de las medidas aplicadas de manera integral contribuye significativamente en los procesos de recuperación de los suelos y del ecosistema en general. Para llevar a cabo este proceso se realizó un diagnóstico general del ecosistema que permitió conocer las causas y consecuencias de los procesos erosivos en la zona; se analizaron para ello los aspectos biofísicos, socioeconómicos y ambientales en la caracterización del territorio. Para este propósito se zonificó el área de estudio y se determinaron los parámetros fundamentales, que permitieron a su vez estimar las pérdidas de suelo y recomendar las acciones integrales para la recuperación y sostenibilidad del área. El diagnóstico condujo a seleccionar las acciones agronómicas y de ingeniería a implementar en el área. La mejor fue adopción la siembra de especies vegetales como el vetiver, acompañada de obras de bioingeniería amigables con el medio ambiente.