Las matemáticas han estado incluidas en los pensums de ingeniería química desde sus comienzos inicialmente como un aspecto formativo, en la aplicación de la lógica deductiva y su carácter formal, y posteriormente como una herramienta para el diseño, el análisis y optimización de procesos químicos. El modelo matemático trajo una mayor relación entre las dos disciplinas, pues la solución de los modelos requirió de técnicas más exactas y rápidas. Numerosos libros sobre matemáticas aplicadas han sido escritos por ingenieros químicos especializados en matemáticas o matemáticos con especialidad en Ingeniería Química, lo cual demuestra la dualidad que debe darse en la enseñanza de esta asignatura.