Quien adquiere una enciclopedia no adquiere cada linea, cada parrafo, cada pagina, cada grabado; adquiere la mera posibilidad de conocer alguna de esas cosas. Si ello acontece con un ente concreto y relativamente sencillo, dado el orden alfabetico de las partes, ?que no acontecera con un ente abstracto y variable, ondoyant et divers, como la magica memoria del muerto? A nadie le esta dado abarcar en un solo instante la plenitud del pasado. Ni a Shakespeare, que yo sepa, ni a mi, que fui su parcial heredero, nos depararon ese don. La memoria del hombre no es una suma; es un desorden de posibilidades indefinidas Jorge Luis Borges, La memoria de Shakespeare