liberalismo queda reducido a un problema de validez.La función de los universales es presentar la ideología como no-ideológica, como la "esencia" que demarca el adentro y afuera de lo normativo.La economía del poder de los universales se sustenta en una lógica circular y autorreferencial.Cuando se subvierte esta lógica se capta que la limitación del conocimiento está en el corazón del objeto que es la misma fi nitud y antagonismo de los sujetos.El formalismo liberal tiene su expresión más nítida en la "grundnorm" kelseniana que privilegia la unidad del objeto y la sumisión absoluta del sujeto a partir de un lazo racional unidimensional que confunde el principio del orden con el orden concreto; ésta es la raíz lógica de toda desventura liberal.El poder original no proviene de ninguna estructura ontológica universal.La "Grundnorm" como universal no es más que un particular fi nito que reclama el lugar de lo absoluto luego de una imposición violenta e ideológica.Si se toma la democracia literalmente, en su aspecto constitutivo más radical, y se le suma el sujeto como fi sura de la realidad objetiva, desaparece de un soplo la suposición kelseniana, y el espacio político/jurídico se reabre para el sujeto político.