INTRODUCCIÓNEn los países occidentales, las enfermedades cardiovasculares (ECV), el cáncer (Ca), la obesidad (Ob) y la diabetes tipo 2 (DM2), son responsables de más del 80% de la mortalidad (1).Se ha propuesto que los lípidos desempeñarían un papel decisivo en el desarrollo de éstas enfermedades, particularmente en referencia a la cantidad y tipo de ácidos grasos (AG) aportados por la dieta.La ingesta total de lípidos, así como la relación en el consumo de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) de cadena larga (AGPICL) omega-6/omega-3, ha aumentado considerablemente en la dieta occidental en las últimas décadas (2).Es ya conocido que la dieta estándar actual difiere sustancialmente de aquella que consumieron los seres humanos desde tiempos prehistóricos (3).Por otro lado, está relativamente bien documentado el efecto preventivo de los AGPICL omega-3 en las ECV, ciertos