Se suele aceptar que los verbos meteorológicos pertenecen a la categoría de los verbos inacusativos.El presente artículo examina esta postura con base en un estudio empírico del comportamiento semántico y sintáctico de llover y amanecer.Aunque nuestros datos revelan que ambos verbos se utilizan en una paleta de construcciones sintácticas muy heterogéneas, mostramos que en efecto se comportan fundamentalmente como verbos inacusativos.Sin embargo, queda manifiesto que no forman un conjunto homogéneo: llover funciona básicamente como un verbo de cambio de ubicación, mientras que amanecer se asemeja a los verbos de aparición.Argüimos que la diferencia semántica entre ambos tipos de verbos inacusativos permite explicar las diferentes construcciones sintácticas en que aparecen: llover tiene usos inergativo y transitivo,