La incorporación de criterios de sostenibilidad en la producción industrial es un hecho constatado y reconocido mundialmente como una estrategia clave para la consecución del desarrollo sostenible. Ello implica nuevos escenarios con nuevos retos a alcanzar para la industria, entre los que se incluye el compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del Protocolo de Kyoto (PK), cuya aplicación constituye un verdadero desafío para las empresas incluidas en el ámbito de aplicación de la Directiva 2003/87/CE, ya que el procedimiento vincula la producción industrial a unas cuotas de emisión de GEI.