En el presente artículo se hace una reflexión que parte de entender al museo como un espacio privilegiado para el intercambio simbólico que comunica y valida discursos sociales. Sin embargo, cada vez más los equipos curatoriales, educativos y de investigación, vuelcan su atención en comprender la relación con su público, incluso creando o renovando su intención de proponer espacios y experiencias que permitan una participación real de los visitantes en la construcción del discurso propio del museo. Los proyectos actuales no se construyen desde la perspectiva de una disciplina en particular, observando dicha situación, el grupo de investigación Ellipsis del Programa de Diseño Gráfico atendió a la convocatoria realizada por el Museo del Caribe para la creación de un material educativo dirigido a la primera infancia, en la que se evidencia la necesidad de trabajar interdisciplinariamente.