Los sindromes coronarios agudos se presentan en un amplio espectro clinico, variando de angina inestable a infarto agudo del miocardio con elevacion del ST (1). Es esta heterogeneidad en el diagnostico, tratamiento y pronostico en los diferentes estratos del espectro de los sindromes coronarios agudos, lo que ha motivado el desarrollo de puntajes disenados para discriminar pacientes en alto riesgo de eventos adversos compara-tivamente con aquellos de bajo riesgo. La evaluacion de riesgo es crucial en la toma de decisiones ya que los beneficios de tratamientos mas agresivos y costosos, son mayores en pacientes con el mas alto riesgo de eventos clinicos adversos (2, 3).Como se describe en el estudio de Ocampo y colaboradores, los dos puntajes de riesgo mas comunmente usados son el Global Registry in Acute Coronary Events (GRACE) (4) y el Thrombolysis in Myocardial Infarction (TIMI) (5). Ambos han sido derivados de estudios significativos en sindromes coronarios agudos y han tenido una amplia evaluacion prospectiva; sin embargo, a diferencia del TIMI, el registro GRACE abarca el espectro completo de los sindromes coronarios agudos y se basa en una poblacion no seleccionada mas contemporanea. El puntaje TIMI se obtuvo a partir de las bases de datos de los estudios TIMI 11B - ESSENCE y se sabe que en los experimentos clinicos, los pacientes con complicaciones y comorbilidad tienden a ser excluidos, lo que limita su aplicabilidad. Un reciente metanalisis sugiere que el modelo de mortalidad GRACE es superior a TIMI (6). Al respecto, varias razones pueden explicar las diferencias en las capacidades discriminatorias de las escalas TIMI y GRACE; pese a que la edad avanzada, la desviacion del segmento ST y los biomarcadores son componentes comunes a las dos escalas de riesgo, la escala GRACE tambien incorpora variables hemodinamicas y disfuncion renal. Estas caracteristicas clinicas, que han demostrado ser potentes pronosticadores independientes (7, 8), inicialmente no se evaluaron como variables candidatas cuando se desarrollo el puntaje TIMI.Disenar un modelo de riesgo es un proceso dificil que toma tiempo y usualmente requiere miles de pacien-tes. Su desarrollo implica varios pasos clave, incluida la seleccion de un punto final a predecir, las posibles variables relacionadas a ese desenlace y posteriormente, las pruebas de las variables individualmente para crear el modelo multivariado final y su evaluacion estadistica. La modesta capacidad predictiva de las dos escalas en la serie presentada por los autores, es reflejo de dos circunstancias; la primera es que se esta aplicando esta herramienta predictiva a una poblacion para la cual no fue disenada (subgrupo de pacientes con sindromes coronarios agudos llevados a intervencionismo coronario) y segundo, el grupo en estudio es una cohorte de bajo riesgo (mortalidad a 6 meses de 1, 5%). Sin embargo, este trabajo identifica un aspecto clave en el manejo actual de estos pacientes y es el porque los modelos de riesgo en intervencionismo coronario percutaneo (PCI) no se han establecido en la practica clinica aun en forma rutinaria; de estas escalas han sido publicadas al menos trece y la mayor parte de ellas incluye el sindromes coronarios agudos como una variable dentro del modelo (9). Una probable explicacion a ello es que, aunque un modelo de prediccion bien construido como estos, puede desempenarse adecuadamente dentro de su propia cohorte de derivacion, esto no garantiza su buen funcionamiento en otras cohortes, y por tanto requiere una validacion prospectiva a mas largo plazo para asegurar su generalizacion a otras poblaciones de pacientes.