Un aspecto de la literatura entendida como producto cultural de masas que me parece especialmente interesante es el modo en que se configura un lugar de enunciación fronterizo en torno a la figura del «grupo pop independiente», que incluye desde luego una explícita voluntad autorial. Estos textos, sin duda, pueden ser leídos de manera contigua a las poéticas contemporáneas, pero además son un lugar de cruce, un espacio de condensación de los imaginarios sociales y sensibilidades contemporáneas.En este articulo me propongo abordar cómo la experiencia de la temporalidad aparece en una serie de letras de canciones de algunos de estos grupos: Los Planetas, a la que pertenece la que me sirve de título, pero también La Habitación Roja, The New Raemon o solistas como José Ignacio Lapido. Esta vivencia oscilará desde un cierto remansamiento del presente, en una renovación del motivo del eterno retorno, a una actualización postmoderna del Tempus fugit, o a una creciente aparición de la memoria individual como tema y disparador de canciones, paradójica fijación del sujeto en el seno mismo del flujo de los discursos masivos.